domingo, 8 de abril de 2012

UN MADRIGAL INGLÉS


El madrigal renacentista italiano "desembarcó" en Inglaterra a finales del siglo XVI dando lugar al surgimiento de una escuela de madrigalistas ingleses. Los principales representantes de esta escuela fueron Thomas Morley, Thomas Weelkes y John Wilbye.

(Recordemos que el madrigal italiano era una composición profana, polifónica y a capella, sobre un poema breve, que carecía de forma fija -ni estrofas ni estribillo- porque la música se sometía estrictamente al texto del poema. Con frecuencia los instrumentos sustituían a las voces.)

A Thomas Morley (1557-1602) - el primero y más prolífico de los tres - pertenece el breve pero bellísimo madrigal a cuatro voces April is in my mistress' face, publicado en 1594.
Os dejo el texto y otra versión en la que poder observar a los intérpretes.

April is in my mistress' face,
And July in her eyes hath place;
Within her bosom is September,
But in her heart a cold December.


Cuatro versos, cuatro meses y mucha música.
Volveremos sobre Morley en breve.

Entradas relacionadas:


12 comentarios:

  1. ¡Pobre Thomas! A medida que va levantando velos hacia el alma de su amada, la dulce brisa se va enfriando hasta volverse gélida. ¿Qué dama de corazón invernal le helaría el suyo con sus desdenes?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desconozco a la dama de sus desvelos, Guachimán, pero está claro que le resultó muy inspiradora. Nada como el mal de amores para componer canciones, je, je.

      Eliminar
  2. LolaMU:
    Y después de esta paz, después de tanta procesión, música religiosa y muchas... torrijas, nos dirigimos hacia el final de curso, hacia San Isidro y sus toros, hacia más huelgas y más recortes y los españoles ya recortados, volveremos a ser morenos y bajitos, como debe ser.
    Un baso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy desolada, Enrique; nunca se me ha hecho tan "cuesta arriba" volver a clase. Menudo panorama tenemos ¿verdad? y para rematar, acabo de escuchar las noticias sobre la sanidad pública...No entiendo esta manera de "arreglar las cosas" a base de recortes y reformas aquí, sin que nadie se plantee siquiera la necesidad de una verdadera reforma fuera. En fin; disfrutaremos todo lo posible de esos momentos que nadie nos puede robar.
      Besos.

      Eliminar
  3. Qué maravilla. Oigo "madrigal" y se me viene a la cabeza el "ojos claros, serenos" de Gutierre de Cetina. A partir de ahora también me acordaré de Morle, así que estaré expectante, compañera. Disfrutemos mientras podamos: como bien dices, se impone el "carpe diem" más que nunca. Un beso y hasta mañana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bonito poema, Carlota; no recordaba que fuese un madrigal (y eso que lo aprendí de memoria en el colegio). Son maravillosos estos intercambios de "saberes" y estos "recuperar lo olvidado". Un beso muy grande.

      Eliminar
  4. Lola Mu, el ensamble de voces sigue siendo consuelo.

    Tanta gritería, reformas que no tienen forma. Busquemos un compás que nos conforte.

    Abrazo polivalente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No podías haberlo expresado mejor, Sergio. Refugio y bálsamo para el espíritu. Hay que sosegarse un poquito.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Muy buena obra, el Renacimiento tiene grandes joyas musicales, y la verdad, es en este periodo cuando quizás mas pudo despuntar Inglaterra, luego vino Italia, Viena y toda la producción se quedó en centroeuropa, pero la verdad, la música inglesa, como el resto de la nórdica, tienen sorpresas desconocidas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que sí, Tono Menor. La historia de la música está repleta de pequeñas maravillas que eclipsadas por las grandes obras - maravillosas también - pueden pasarnos desapercibidas.
      Encantada de verte por aquí. Un saludo.

      Eliminar
  6. Mal de amores como fórmula de inspiración, el madrigal de Gutierre de Cetina, que es otro desairado... Os veo muy melancólicos en materia amorosa, como os de pie, me vais a acabar trayendo a "afortunados en el amor" como Dante, Petrarca, Garcilaso o Quevedo. Pero en estas lides, hasta el más torturado tiene su día, y si no, acordaos de Bécquer cuando le dio por hacerse creyente porque alguien le había premiado con una mirada. Yo creo que, por volver con los líricos británicos y más en un blog musical, tampoco podemos olvidarnos de cuatro melenudos que cantaban una canción titulada "She loves you". Lola, he puesto en mi blog un artículo que habla del tuyo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Acertadísima tu observación, Guachimán; sucede que somos un pelín bipolares (me va a regañar José Manuel por la mala utilización del término, jejeje) y pasamos de la risa al llanto con facilidad: ¿será la adolescencia en la que vivimos inmersos? ¿será la crisis en la que nos ahogamos?...será...será...Pero como tienes toda la razón voy a seguir tu consejo. Ahora mismo voy a visitarte.

      Eliminar