domingo, 28 de noviembre de 2010

LA DANZA DE LOS ESPÍRITUS Y UNA CANCIÓN DESESPERADA



Como Ulises (La Odisea: Canto XI) o Eneas ( La Eneida: Libro VI), Orfeo también visitó el infierno.

Hijo de Calíope - musa de la poesía - y Apolo - que como recordaréis era el dios de la música - nuestro personaje poseía el don de la música y era capaz de cautivar con su voz y con su lira a todos los seres de la creación. Tras la muerte de su esposa Eurídice, bajó a los infiernos para rescatarla. Hades, conmovido por su canto, le permitió llevársela a condición de no mirarla hasta haber abandonado el inframundo. Orfeo no fue capaz de superar la prueba y Eurídice volvió a morir, esta vez para siempre.

Esta historia mítica y trágica se convirtió en argumento operístico en más de una ocasión, no en vano, la ópera recurrío sistemáticamente a la mitología desde sus comienzos. Hoy vamos a escuchar dos momentos de Orfeo y Eurídice, con la que el compositor del clasicismo Christoph Willibald Gluck, pone en práctica una auténtica reforma del género dotándolo de mayor naturalidad y estableciendo una relación equilibrada entre música y texto.(Recordemos que a lo largo del Barroco los cantantes se habían ido haciendo dueños de la escena y de los argumentos, imponiendo sus exigencias y haciendo prevalecer sus acrobacias vocales sobre el texto en detrimento de la linea argumental y de la calidad dramática, de manera que las óperas se fueron convirtiendo en un medio para la exhibición virtuosística.)
La mencionada ópera se estrenó en 1762 en Viena, con el castrato Gaetano Guadagni en el papel principal y con enorme éxito.


Los episodios que nos ocupan, son dos claros ejemplos de la belleza y el equilibrio clásicos. El primero, instrumental, corresponde a la Danza de los espíritus bienaventurados, a los que Orfeo encontrará en su camino. Observad la estructura ternaria en la que la sección inicial (A) vuelve a repetirse, a modo de reexposición, tras el lírico tema central (B) protagonizado por la flauta. (A - B - A).
En la imagen los protagonistas tal y como los vió Jean Raoux.
Cerrad los ojos .... y escuchad....


A los amantes de la danza os dejo - para ver - esta preciosa versión de Pina Bausch



Por último escuchemos la más famosa de las arias de Orfeo (acto tercero): Che fàro senza euridice (Qué haré sin Euridice) que ejemplifica la "hermosa sencillez" que Gluck declaraba buscar; aquí está, en la voz de Teresa Berganza - a quien conocimos en Don Giovanni como Zerlina - con ilustraciones que corresponden a distintas escenas de la historia pintadas por diferentes artistas de todas la épocas. Dice así:

¿Qué haré sin Euridice?
¿A dónde iré sin mi bien?
¡Eurídice! ¡Eurídice!
¡Oh, Dios! ¡Responde!
¡Todavía soy tu fiel!
¡Eurídice! ¡Eurídice!
¡Ah, no me llega
ningún socorro, ninguna esperanza,

ni del mundo ni del cielo!


Enlaces de interés:
Apuntes de mitología
La Odisea: Canto XI
La Eneida: Libro VI
Galería de imágenes

miércoles, 24 de noviembre de 2010

IMPROVISACIONES Y PAISAJES EN UNA MAÑANA DIFERENTE

Los paisajes americanos del pintor Asher Durand y las improvisaciones del pianista Federico Lechner hicieron de la mañana del 16 de noviembre una mañana diferente y especial, tanto para los alumnos de cuarto curso como para los profesores que los acompañamos.
Tuvimos ocasión de visitar, en primer lugar, la exposición sobre la obra del pintor norteamericano, con sus árboles, sus rocas y su paisajismo terapéutico y de asistir después al recital Músicas no escritas: el poder de la improvisación, en el que Federico Lechner nos condujo por los derroteros de las improvisaciones más variopintas aderezadas por los amenos y sabios comentarios del etnomusicólogo y compositor Polo Vallejo. Todo esto en la Fundación Juan March.

Para que podáis haceros idea, traigo una pequeña muestra que os hará apreciar la calidad de ambos artistas: aquí tenéis uno de los más famosos cuadros de Durand y una actuación del Federico Lechner Tango&Jazz Trio.


Asher B. Durand. El roble solitario (El viejo roble), 1844.
The New-York Historical Society




Quiero agradecer a nuestros alumnos su colaboración y su saber estar así como a nuestro compañero Claudino su compañía y su apoyo. Yo lo pasé muy bien con ellos... ¡y los saqué bien guapos en la foto!

martes, 23 de noviembre de 2010

LA VIDA BREVE

Pese a la brevedad de la vida, el arte hace posible alcanzar la inmortalidad.

Hoy Nuria Pomares y la Filarmónica de Israel dirigida por Frübeck de Burgos en la Danza nº1 de La vida breve (Manuel de Falla)



Tal día como hoy nació en Cádiz el compositor Manuel de Falla.

sábado, 20 de noviembre de 2010

UNA MIRADA

Retrato
(Piedad Templado González)

Hay músicas que identifican lugares, momentos, vivencias y personas; algunas, son capaces de evocar todas esas cosas a la vez. Esta es una entrada dedicada a los niños que fuimos, a la amistad verdadera y a las personas que han formado parte de nuestras vidas , acompañándonos de una forma u otra, y que nos han hecho como somos.

Os propongo escuchar dos pequeñas obras compuestas por dos grandes genios; la primera, un minueto de J.S. Bach perteneciente al Pequeño libro de Ana Magdalena (sobre el que trataremos próximamente) y la segunda, una Sonata para piano (Op.49 nº1) de Beethoven en dos movimientos. Ambas son ejemplos de que belleza y genialidad no tienen porqué ser sinónimos de complejidad o dificultad. Aunque quizás no tengan un gran peso específico en el conjunto de las composiciones de sus autores, sí que lo tienen en las vidas de quienes alguna vez las estudiaron y las interpretaron.
Disfrutadlas, son una delicia.








Entradas relacionadas: Buscando en el baúl de los recuerdos

miércoles, 17 de noviembre de 2010

STAND BY ME



En 1961 vio la luz en EEUU una canción compuesta por Ben E. King , Jerry Leiber y Mike Stoller ; se tituló Stand by me .
Se hizo tan famosa que sobrevivió décadas y décadas versionada por unos y otros y hoy se toca y se canta.... en todas partes. Vedlo en este vídeo que me ha pasado nuestro compañero José Ignacio.




Hay canciones que gustan a todos, que son de todos. Año tras año, alumnos de todas partes aprenden a tocarla en clase, porque, como ya sabéis, la música es un lenguaje universal.
Aquí os dejo la versión original, con su texto y su bajo ostinato, interpretada por Ben E. King .




Y por iniciativa de mis alumnos de 1º de ESO, con todos ustedes...¡Timón y Pumba!

domingo, 14 de noviembre de 2010

DE MAJAS Y RUISEÑORES

Ruiseñor (Imagen y más)



"Entonces el ruiseñor cantó para la encina, y su voz era como el agua que ríe en una fuente argentina".

El ruiseñor y la rosa (Óscar Wilde)


Es proverbial la belleza de su canto y quizás por ello la música ha recurrido a él con cierta frecuencia, especialmente en el Romanticismo. Así, compositores como Leo Delibes - al que nos hemos referido en mas de una ocasión - o los españoles Enrique Granados y Amadeo Vives, nos dejaron páginas verdaderamente hermosas protagonizadas por este pequeño y delicado personaje.

Su timbre aflautado y la altura de su canto encuentran su correspondencia musical en las voces y los instrumentos más agudos: soprano y flauta. Vamos a escuchar hoy algunos ejemplos en los que el remedo y el diálogo entre voz e instrumento lo emulan de manera asombrosa. Como no he podido encontrar la obra de Delibes (El ruiseñor), comenzaremos escuchando en primer lugar La maja y el ruiseñor de Granados - que forma parte de Goyescas - . En segundo lugar, La canción del ruiseñor de la zarzuela Doña Francisquita, obra de Amadeo Vives.
Ambos constituyen dos extraordinarios ejemplos de virtuosismo vocal.




Dejando a un lado los escenarios, ruiseñores y "majas" también los ha habido en la gran pantalla - cómo olvidar aquel otro "pequeño ruiseñor" del cine español (años cincuenta ) que hacía la competencia a nuestro pajarito -.
Sin embargo los ruiseñores más simpáticos han sido los que hemos podido ver en las películas de animación, en las que se reproduce exactamente todo lo que acabamos de explicar; vedlo vosotros mismos. Os dejo con La Cenicienta, Blancanieves y, en último lugar , Fiona (Shrek) y su particular visión de... Matar a un ruiseñor.




Enlaces de interés:

Sobre la música y el canto de los pájaros
El Ruiseñor de Leo Delibes

Oda al ruiseñor de John Keats

martes, 9 de noviembre de 2010

UN MAESTRO DE LA GUITARRA EN EL INSTITUTO

Miguel Rivera


¡Oh, guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.

(F. García Lorca)


Miguel Rivera es el maestro que cada martes y jueves está dispuesto a enseñar a todo el que quiera - alumnos, padres y profesores - los secretos de la guitarra. Este auténtico maestro del flamenco que dió su primer concierto a los veinte años y que ha recorrido medio mundo llevando a todas partes el espíritu y el arte del mas español de los instrumentos , ha tenido a bien recalar este curso en nuestro instituto .





Estas imágenes son solo una pequeña muestra de su actividad docente en el instituto: en su web podréis encontrar toda la información que deseéis sobre su persona, su trabajo, sus discos y sus proyectos además de algunos vídeos y fotografías. Os dejo el enlace para que podaís conocer un poco más a este increíble "profe" , para que sepáis valorarlo como es debido y seáis conscientes del privilegio y la suerte que tenéis de aprender con él .


También os enlazo un par de entrevistas y algunas páginas, muestras de su importancia y trascendencia en el mundo de la música y especialmente en el Flamenco.


Como váis a comprobar en el vídeo, no hieren el corazón de la guitarra los increíbles dedos de Miguel Rivera, no; lo miman y lo enaltecen... y suena ésta, orgullosa y sentida.

Os dejo con la Suite Sevilla de Rafael Riqueni: colofón de Tríptico andaluz, la última propuesta musical de Miguel que se ha estrenado en Madrid el pasado mes de abril.

Escuchad y... "alucinad".




Tú eres alma que dice su armonía
solitaria a las almas pasajeras...
y siempre que te escucha el caminante
sueña escuchar un aire de su tierra.

(Antonio Machado)


¡Gracias Miguel, gracias José Ignacio!

lunes, 1 de noviembre de 2010

EL NOMBRE DE LAS NOTAS



"Si las notas conocéis, pronto bien ya cantaréis" decía Fräulein María a los niños Von Trapp en Sonrisas y lágrimas (The sound of music, 1965), aquella película que muchos recordaréis.

La mayoría de nosotros conocemos el nombre de las notas musicales, sin embargo muy pocos sabemos el porqué de ese nombre, de dónde salió o quién se lo puso.
¿Porqué se llaman do, re mi fa... y no, por ejemplo, le, ti, fu, po...? ¿Porqué parecen sílabas esos nombres? ¿Tienen algún significado real o, como cantaba Julie Andrews, solo imaginario?

Aunque el tema de la notación, su historia y su evolución, es un tema arduo, largo y complejo, vamos a intentar hoy dar respuesta a esas preguntas de una manera sencilla.

Al principio - en la Alta Edad Media - las notas no tenían forma definida y mucho menos nombre propio; en el siglo X los cantos eran memorizados por los cantores (recordad que estamos hablando del canto gregoriano); para ello se servían de algunas marcas escritas (pneumas) sobre el texto de la canción que básicamente indicaban, de forma orientativa, si la melodía subía o bajaba.


En el siglo XI el monje benedictino Guido d'Arezzo (abajo) se dió cuenta de que en un conocido himno - el himno a San Juan - cada una de las seis frases comenzaba con una de las seis notas más utilizadas, en orden regular y ascendente (es decir, como en una escala): la primera comenzaba sobre el sonido que hoy llamamos do, la segunda con el que llamamos re y así hasta la sexta frase. Para memorizar esos sonidos Guido propuso adjudicarles el nombre de la sílaba inicial correspondiente.
Así, las sílabas iniciales de estas seis frases se convirtieron en los nombres de las notas: ut, re, mi, fa, sol, la.
En el siglo XVI se fijó la altura de la nota Si incorporándola a la escala (¿de dónde creéis que sacaron su nombre?) y el el siglo XVII se sustituyó el nombre Ut por el de Do para facilitar el solfeo.

El texto del himno famoso - con cuya imagen abrimos esta entrada - dice así:

Ut queant laxis
resonare fibris mira gestorum
fa
muli tuorum,
sol
ve polluti
labii reatum,
S
ancte Ioannes


(Puede traducirse como: Para que tus siervos puedan cantar libremente las maravillas de tus actos, elimina toda mancha de culpa de sus sucios labios, San Juan).

Nuestro genial monje también ideó el tetragrama (conjunto de cuatro líneas) en las que se comenzaron a escribir las notas cuadradas. Observadlo también el la imagen superior.


Todo esto se entenderá mejor prestando atención al vídeo; a ver si sois capaces de apreciar cómo cada frase empieza en una nota diferente y coincidente con las de la escala.

(De postre os dejo la famosa lección de Fraülein María. ¡Disfrutadla!)






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TROMPE L'OEIL, TROMPE L'OREILLE